Historia

Hay tres respuestas a una pieza de diseño: sí, no y ¡WOW!

Wow es a la que hay que aspirar.

Milton Glaser

En WOW somos una cooperativa de trabajo que funciona desde el año 2013, multifacética y de naturaleza inquieta, pero con un propósito de trabajo horizontal, democrático y colectivo.

En nuestros inicios, estuvimos ligados más exclusivamente al diseño, nuestro nombre surge de la frase del diseñador Milton Glaser: “Hay tres respuestas a una pieza de diseño: sí, no y Wow. Wow es el objetivo”.

El 31/01/2019, con incorporaciones de la rama de la programación lanzamos la proclama de Clementina, en la cual nos consolidamos como una cooperativa de programación.

Entendiendo a los informáticos, como los del trabajo del futuro y también como los flexibilizados y precarizados, que crean riqueza ajena y lejana. Privilegiados del pequeño mercado laboral, del pleno empleo, del mundo de los márgenes. A las afueras de donde se dice cual es la tendencia y donde comprarla.

Creemos que reivindicar día a día nuestra historia es una responsabilidad, construir el futuro recordando cómo llegamos a él, por las familias metalúrgicas y el movimiento obrero que lucharon por sus derechos, por los cabecitas negras que entraron a la historia sin pedir permiso, por los docentes y científicos de la noche de los bastones largos, por las obreras y estudiantes del Cordobazo, por los 30.000 compañeros detenidos desaparecidos, por las fábricas recuperadas, por Maxi y Darío y por las mujeres que luchan contra el patriarcado.

Y mientras, nosotros, los obreros del futuro, estamos más involucrados en el presente que nunca. En este mundo que se cae a pedazos, ni locos nos dejamos llevar. Nos abrazamos a los sueños de los que luchan por un mundo mejor.

Con un par de computadoras, internet y en comunión. Sin patrones y con los medios de producción en nuestras manos, vamos a desafiar al modelo de producción capitalista, realizando productos que aporten al modelo de desarrollo de software nacional, para aportar a la construcción de una soberanía tecnológica; no con un trabajo aislado, sino con alianzas estratégicas en la articulación de actores clave, por ejemplo, el de la Economía Social y el Estado. Vamos a programar para nosotras y nosotros, para los y las trabajadoras, los que se la juegan, sueñan y luchan.

¡Por la soberanía tecnológica!